Esta es una de esas tortas que salen cuando tenés en mente un resultado determinado y después de probar y probar distintas cantidades de ingredientes y formas de preparación encontrás exactamente lo que buscas. Es muy pero muy fácil de hacer, y vas a tardar más tiempo preparando los ingredientes que en su elaboración.
La masa es esponjosa y húmeda, se puede comer con crema, con dulce de leche, con algún coulis de frutas o simplemente sola porque es deliciosa y especial para los amantes del chocolate.
Se puede hacer con chocolate con leche o con chocolate semiamargo. En este caso utilicé chocolate con leche.
Para una cocción pareja utilicé un molde savarin, con ciertos recaudos en la preparación para facilitar el desmolde, ya que al ser una masa tan esponjosa hay que manipularla con cuidado al desmoldarla y al cortarla en capas.
Ingredientes
400 gr de azúcar
250 gr de harina
10 gr de bicarbonato de sodio
10 gr de sal
240 cm3 de agua
110 cm3 de aceite de girasol neutro (yo usé de girasol)
110 gr de manteca
40 gr de cacao amargo
110 gr de huevo (2 unidades grandes)
120 cm3 de leche
20 cm3 de juego de limón
1 cucharada de esencia de vainilla
200 gr de chocolate con leche
Relleno
500 gr de crema
500 gr de frutillas
Preparación
Preparar el molde aceitando y cubriendo el fondo y los laterales con papel manteca
Tamizar todos los ingredientes secos.
Precalentar el horno a 190º C.
En un bowl poner todos los ingredientes secos tamizados y agregar los huevos revolviendo hasta integrarlos bien.
En una jarra apta microondas poner todos los líquidos, más el aceite y la manteca, y calentar en microondas durante dos minutos.
Retirar del microondas y revolver bien con un batidor. Calentar durante un minuto y medio más.
Volcar el contenido de la jarra sobre los ingredientes secos y revolver muy bien hasta integrar todo.
Incorporar el chocolate con leche y revolver hasta que quede totalmente fundido e integrado. La preparación va a quedar bastante líquida.
Volcar sobre el molde y llevar al horno precalentado a 190ºC durante 30 a 35 minutos. Antes de retirar del horno pinchar para comprobar que la masa no esté cruda.
Sacar, dejar descansar unos minutos y desmoldar sobre rejilla.
Cuando esté bien fría (es recomendable dejar descansar la torta hasta el día siguiente), cortarla en capas y rellenarla con crema y frutillas.
Bon appetite!